4) DE ARGENTINA A BOLIVIA

LA QUIACA - VILLAZON - POTOSI

Llegamos a la pequeña ciudad de La Quiaca en la frontera con Bolivia. De allí seguimos a Villazon, un pueblo boliviano pobre y desordenado y me di cuenta que en dínamos de la Indian había comenzado a fallar y nos dejaba la batería sin carga. Teníamos que hacerlo reparar lo más rápido posible y no sabíamos si en aquel pueblo lo podrían hacer. 

1) MONTEVIDEO - RIO DE JANEIRO

MONTEVIDEO - RÍO DE JANEIRO

Había salido de Montevideo rumbo a Río de Janeiro, sin dinero, pero con una caja de calentadores S.U.N. encima del tanque de la motocicleta, que iría vendiendo por el camino. Eso me daría lo necesario para comprar gasolina para la Indian y poder comer algo de vez en cuando. En aquel tiempo era más importante la gasolina que la comida y siempre respetaba esa parte que sería la que me traería de vuelta a casa.

Como ya había hecho varios viajes a Brasil, siempre en motocicleta más uno a dedo, tenía amigos en las ciudades y pueblos que iba pasando. En Río estaba Charles, que tenía un taller y me daba un lugar para dormir. El dinero de la venta de los calentadores se estaba agotando y me empezó a picar el hambre...

2) RIO DE JANEIRO - MONTEVIDEO

RIO DE JANEIRO - MONTEVIDEO

Apareció Manuel, temprano en la mañana, cargando una pequeña mochila con alguna ropa, unos cuantos cruzeiros y los papeles que necesitaría para obtener un pasaporte en el consulado brasileño en Montevideo.

Nos despedimos de sus tristes padres y nos encaramamos sobre ese montón tan querido de hierros viejos que pensábamos nos transportarían por el mundo. Partimos hacia el sur parando y visitando algunos de los amigos hechos antes en mis viajes y cuando veían las escrituras en la motocicleta no paraban de decir que estábamos locos.

Llegamos a la frontera de Rivera, y no nos dejaban pasar. Los oficiales de aduanas decían que yo tenía que entrar en la misma aduana por donde había salido y era por el Chuy que quedaba a cientos de kilómetros de allí.

3) MI VIAJE

COMIENZO DE LA GRAN AVENTURA

Octubre 12 de 1964.

Era la lucha de nuestro optimismo contra el pesimismo de los demás. Mi amigo, Horacio Costa el campeón uruguayo de motociclismo, me vino a despedir y me pidió dar una vuelta manzana en la Indian. Llegó y dijo: - Con esto no llegan ni a Colonia... la rueda delantera casi ni toca el piso. - Mejor... le dije, así gastamos menos cubiertas. 

En contra de lo que decía el Chiquito Costa, llegamos a Colonia del Sacramento sin inconvenientes.

Embarcamos y en una hora, estábamos en el puerto de Buenos Aires, en donde pasaríamos un par de días para que Manuel conociera un poco de aquella ciudad, que yo llamaba "la Capital de la América Latina". Recorriendo sus calles, la encontraba diferente, no era como antes, cuando iba, disfrutaba y volvía a mi país... esta vez no volvería, sino que me dirigía hacia lo incierto.

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